Por: Miluz Tito Carcausto
La Fiscalía logró acreditar que C. G. S. cumplía un rol clave en el esquema de narcotráfico encabezado por A.E.R.L., actuando como su «campana» o vigía durante operativos.
Su tarea consistía en alertar al traficante sobre la presencia policial, posicionándose estratégicamente en un vehículo cerca de la camioneta donde se realizaban los movimientos ilícitos.
Según las investigaciones, el vehículo de Gil S. no era una simple cobertura. En su poder se hallaron 92 kilogramos de clorhidrato de cocaína, evidenciando su participación directa en la operación.
Esta acción permitió frustrar parte del tráfico en la zona de Cayma (#Arequipa), reafirmando el compromiso de las autoridades con la lucha contra el narcotráfico.
Aunque la condena a 15 años de prisión ya fue dictada, la sentencia se encuentra suspendida hasta su confirmación definitiva. Este caso pone en evidencia la organización y estrategia detrás del tráfico de drogas en la región, así como la importancia de desarticular cada eslabón de estas redes criminales.