Luego de una tensa reunión frente a la Municipalidad de Mollebaya, los vecinos del distrito expresaron su indignación hacia el alcalde Tito Zegarra, a quien calificaron de mentiroso por no cumplir sus promesas de campaña, especialmente la entrega del servicio de agua potable.
Una de las principales demandas es el acceso a agua tratada, ya que, según los dirigentes, hasta ahora solo reciben agua clorada por una o dos horas al día. Esta situación ha generado problemas de salud en niños, como casos frecuentes de diarrea. “Es inhumano que sigamos así. El agua es un derecho”, reclamó una vecina.
El proyecto de instalación de agua potable, iniciado por la gestión anterior, quedó paralizado. La actual autoridad prometió culminarlo sin costo adicional para los pobladores, pero tras asumir el cargo, detuvo la obra y la derivó a Contraloría. Hasta hoy, no hay fecha concreta para su reactivación.
Otro reclamo apunta al presupuesto destinado para la construcción del local de CUNAMAS, que, según los dirigentes, ya estaba asegurado por la gestión anterior. Sin embargo, el alcalde habría redirigido esos fondos sin consultar a los dirigentes vecinales. “Nos dijeron que ese presupuesto se usaría en otra zona, pero nunca se nos informó ni se nos pidió opinión”, comentaron.
Además, denuncian que las obras en ejecución, como una losa deportiva, presentan deficiencias antes de su entrega. “Las mallas están sueltas y el piso ya se está levantando”, advirtieron.
Durante la manifestación también se acusó al alcalde de favorecer solo a algunos presidentes de asociaciones, con quienes se reúne constantemente y reparte beneficios. “Siempre son los mismos tres, cercanos a él. A los demás no se nos toma en cuenta”, reclamaron.
La población anunció que, si en tres meses no se inician las obras prometidas, volverán a protestar. Mientras tanto, una comisión vecinal acompañará al alcalde a la Contraloría para exigir explicaciones claras sobre los proyectos paralizados.
Finalmente, pidieron al alcalde que camine por los asentamientos humanos y escuche a la gente. “Así como vino en campaña a pedir votos, que vuelva a ver cómo vivimos”, concluyó uno de los dirigentes.