Por: Miluz Tito
El caos se apodera de los exteriores del terminal terrestre de Arequipa, donde hasta seis carpas improvisadas, habitadas por migrantes colombianos y venezolanos, se han instalado en la berma central de la calle Arturo Ibañez. Mujeres, niños y hasta mascotas conviven en estas precarias condiciones, lo que ha generado alarma entre los vecinos.
Un día antes, estas familias habían ocupado el terminal de papas, marcando un patrón de asentamientos en áreas públicas de la ciudad.
La Policía llegó al lugar para intentar disuadir a los ocupantes, pero los vecinos exigen operativos más frecuentes ante la creciente presencia de migrantes en zonas como el Avelino Cáceres y la ribera del río Chili.
Denuncian que la problemática lleva al menos dos semanas sin que las autoridades tomen medidas concretas, y ahora la situación se agrava al extenderse a zonas más visibles.
La normalización de estos asentamientos preocupa a la población, que pide a las autoridades una intervención urgente para garantizar la seguridad y el orden. Según estimaciones de los residentes, esta problemática no solo afecta la imagen de la ciudad, sino que podría escalar si no se controla oportunamente.
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