Por: Andrés Huayta
Arequipa presume de calidad de vida, pero basta con alejarse unos kilómetros del Centro Histórico para encontrar la otra cara de la región: viviendas sin agua potable, sin desagüe, con pisos de tierra y techos improvisados. ¿De qué sirve tener hospitales modernos si muchas casas son verdaderos focos de infección? El dengue, las enfermedades respiratorias y los problemas de salud mental no surgen por arte de magia: se incuban en la precariedad cotidiana de miles de familias que sobreviven sin lo mínimo para vivir dignamente. Lo más alarmante es que el problema es antiguo, visible y, aun así, ninguneado por autoridades que priorizan obras visibles, pero ignoran la raíz del problema.
Brechas en servicios básicos
Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) 2022, el 74.4% de las viviendas en Arequipa cuentan con servicio higiénico conectado a la red pública. Esta cifra disminuye drásticamente en áreas rurales, donde solo el 31.7% de las viviendas disponen de este servicio. Además, el 5.4% de las viviendas en la región tienen pisos de tierra o arena, condiciones que pueden propiciar la proliferación de enfermedades.
Viviendas inadecuadas y salud
La falta de acceso a servicios básicos como agua potable, saneamiento y electricidad en muchas viviendas de Arequipa contribuye a la propagación de enfermedades y afecta la salud mental de sus residentes. La Gerencia Regional de Salud ha señalado que las condiciones de vivienda son un determinante social clave en la salud de la población.
Iniciativas en marcha
El Gobierno Regional de Arequipa ha lanzado programas para mejorar las condiciones de vivienda, incluyendo la construcción de viviendas sociales en zonas urbanas y rurales. Sin embargo, la demanda sigue superando la oferta, y muchas familias aún viven en condiciones precarias.
Para mejorar la salud pública en Arequipa, es esencial abordar las condiciones de vivienda como un factor determinante. Esto implica no solo construir más viviendas, sino también garantizar que todas cuenten con servicios básicos adecuados. Solo así se podrá cerrar la brecha entre la calidad de vida percibida y la realidad que enfrentan muchos arequipeños en sus hogares.