Por: Maria T.
Tres científicos fueron premiados por crear materiales capaces de atrapar CO₂ del aire y obtener agua en el desierto. El Premio Nobel de Química 2025 es otorgado a Susumu Kitagawa, Richard Robson y Omar M. Yaghi por desarrollar las llamadas estructuras metalorgánicas (MOF), una innovación que abre nuevas posibilidades para enfrentar el cambio climático.
Estas estructuras funcionan como “esponjas moleculares”, con diminutos canales capaces de absorber gases, almacenar sustancias tóxicas o capturar vapor de agua. Gracias a su versatilidad, pueden utilizarse para purificar el aire, recuperar agua en zonas áridas o reciclar contaminantes, avances que ya están transformando la química moderna.
Los galardonados, de Japón, Australia y Estados Unidos, recibirán 11 millones de coronas suecas (unos 1.17 millones de dólares). El comité del Nobel destacó que su trabajo “crea nuevas reglas para la química” y representa una nueva arquitectura molecular. Sus investigaciones, iniciadas a fines de los años 80, sentaron las bases para diseñar materiales a medida, capaces de adaptarse a distintas necesidades ambientales y tecnológicas.
“Este premio no solo celebra un avance científico, sino una herramienta con poder transformador para el planeta”, afirmó la investigadora Catalina Biglione. Las MOF ya son consideradas una de las tecnologías más prometedoras para mitigar los efectos del cambio climático y proteger los recursos naturales.


