Por: Andrés Huayta
En el corazón de Arequipa, la ciudad blanca, la basura se ha convertido en una presencia constante que afecta la calidad de vida de sus habitantes. Desde los mercados más concurridos hasta las riberas del río Chili, los residuos sólidos se acumulan, evidenciando una crisis de gestión y conciencia ciudadana.
Mercado San Camilo: un foco de contaminación
El emblemático Mercado San Camilo, declarado Patrimonio Histórico, enfrenta una situación crítica. La acumulación de más de 1.5 toneladas de residuos sólidos ha convertido sus alrededores en un foco de contaminación, atrayendo plagas y generando malos olores. A pesar de que los camiones recolectores pasan hasta tres veces al día, la basura sigue acumulándose en las calles, evidenciando la falta de conciencia y responsabilidad tanto de comerciantes como de ciudadanos.
La Municipalidad Provincial de Arequipa ha iniciado campañas de sensibilización y ha anunciado sanciones para quienes no respeten los horarios de recolección. Sin embargo, la efectividad de estas medidas aún está por verse .
Paucarpata: vecinos entre la basura y la indiferencia
En el distrito de Paucarpata, la situación no es diferente. En zonas como El Cebollar y la urbanización Las Mercedes, los vecinos conviven con montañas de basura debido a la insuficiente frecuencia de recolección y al mal estado de los camiones compactadores. La falta de mantenimiento de estos vehículos ha provocado paralizaciones en el servicio, exacerbando el problema.
La frustración ha llevado a algunos residentes a incendiar contenedores de basura como forma de protesta, mientras que otros han sido agredidos al intentar evitar que se dejen más residuos en las calles.
Río Chili: el vertedero del pueblo
El río Chili, vital para la ciudad, sufre una contaminación alarmante. Se han identificado más de 180 vertederos ilegales a lo largo de su cuenca, muchos de ellos en torrenteras utilizadas como botaderos por ciudadanos y, en algunos casos, por las propias municipalidades.
Campañas de limpieza han logrado retirar hasta 15 toneladas de basura en una sola jornada, gracias al esfuerzo de voluntarios y estudiantes universitarios . Sin embargo, estas acciones, aunque loables, no son suficientes para contrarrestar el daño continuo.
Una ciudad en busca de soluciones
La problemática de la basura en Arequipa es compleja y multifacética. Requiere no sólo de acciones gubernamentales efectivas, sino también de un cambio en la actitud de los ciudadanos. La conciencia ambiental, el respeto por los espacios públicos y la responsabilidad compartida son esenciales para revertir esta situación.
Arequipa, con su rica historia y belleza natural, merece ser una ciudad limpia y saludable. Es hora de que todos sus habitantes, autoridades y ciudadanos por igual, trabajen juntos para lograrlo.