Por: Miluz Tito Carcausto
En 1929, la Organización Mundial de Protección Animal proclamó el 4 de octubre como Día Mundial de los Animales, durante un congreso que tuvo lugar en Viena.
Más tarde, en 1980, el papa Juan Pablo II designó a San Francisco de Asís como el santo patrón tanto de los animales como de los ecologistas. A partir de ese instante, la celebración ganó mayor relevancia a escala global, incluyendo en muchos países la «bendición de las mascotas» como parte de las festividades.
El objetivo principal de este día es concienciar sobre los derechos de los animales y promover prácticas éticas y responsables en relación con ellos. Esto incluye el trato ético en granjas y laboratorios hasta la promoción de adopciones responsables y el cese de prácticas de caza deportiva.