Entrevistado: Rubén Pachari Romero, decano del Colegio de Historiadores
Por: Andrés Huayta
En esta fecha histórica para el Perú, conversamos con el doctor Rubén Pachari Romero, decano del Colegio de Historiadores, para esclarecer los hechos y desmontar mitos sobre la batalla de Arica, ocurrida el 7 de junio de 1880.
Doctor, ¿por qué es importante recordar la batalla de Arica hoy en día?
—Porque esa fecha marcó un antes y un después en la historia del Perú. Para bien o para mal, recordamos que ese día perdimos Arica, la plaza estratégica, y al coronel Francisco Bolognesi, un símbolo de resistencia. Pero también es fundamental conocer la verdad detrás de los hechos, más allá de los mitos.
¿Qué antecedentes debemos considerar para entender la batalla?
—La guerra comenzó en abril de 1879. Arica fue parte de una serie de campañas, primero Tarapacá, luego Tacna y finalmente Arica. La derrota en Tacna el 26 de mayo fue crucial porque terminó la alianza con Bolivia y dejó solo al ejército peruano contra un enemigo mucho más numeroso y mejor preparado.
¿Cómo eran las fuerzas enfrentadas en Arica?
—El ejército chileno superaba en número y equipamiento al peruano. Tenían aproximadamente 6,000 soldados contra unos 1,600 o 1,800 peruanos, casi una proporción de seis a uno. Además, los chilenos contaban con mejor logística y armamento inglés de última generación, mientras que el ejército peruano tenía armas antiguas y mal abastecidas.
Se habla mucho del emisario chileno que pidió la rendición a Bolognesi. ¿Qué nos puede contar de ese momento?
—El 5 de junio de 1880 llegó un emisario chileno a pedir la rendición para evitar más derramamiento de sangre, argumentando que la resistencia era inútil ante una fuerza tan superior. Bolognesi respondió con su famosa frase: “Tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el último cartucho”, una expresión que se volvió un símbolo nacional.
¿Cuál era la situación del ejército peruano en ese momento?
—Era un ejército en condiciones precarias. No solo en número sino en equipamiento: armas antiguas, municiones deficientes y poca preparación. Además, tras la batalla de Arica, se considera que terminó el ejército profesional peruano, pues la defensa pasó a ser responsabilidad de civiles y campesinos.
¿Qué legado dejó la batalla y la figura de Bolognesi?
—Más allá de la derrota, la valentía de Bolognesi es un símbolo de resistencia y patriotismo para el país. Sin embargo, hay que entender que su heroísmo se dio en un contexto de gran desigualdad militar y logística frente a Chile. Esa resistencia inspiró a generaciones posteriores y sigue vigente en el imaginario nacional.
