El 27 de junio se dio el primer debate presidencial entre Joe Biden (partido demócrata) y Donald Trump (partido republicano), ninguno despierta entusiasmo; trataron sobre: migración (mayormente latinoamericana), aborto (asesinato de seres indefensos), guerras (Ucrania y Rusia, Israel y Hamás); respondieron preguntas: si la avanzada edad no le impide gobernar bien (caso Biden), si respetará los resultados electorales (caso Trump).
Se acusaron recíprocamente, haber sido el peor presidente, haber realizado un desastre de gestión. El postulante demócrata prometió un sistema impositivo justo, no aumentar el impuesto a la clase media e incrementar, en uno por ciento a los multimillonarios.
El aspirante republicano ofreció hacer de EE.UU. un país poderoso en el mundo ¿hegemonismo? ¿rechazo a la multipolaridad? No hubo propuestas de ideales, como lo hicieron Woodrow Wilson (1918) de catorce puntos; o Franklin Roosevelt (1932) con las cuatro libertades.
Hubo ausencia de temas globales: derechos humanos; cambio climático; democracia representativa; supervivencia de occidente; ni una sola referencia al APEC, ciencia, tecnología e inteligencia artificial; no mencionaron medidas para combatir el narcotráfico, prevenir los riesgos del terrorismo internacional; en relación a la migración, sus miradas son superficiales, Trump, plantea cerrar la frontera y Biden legaliza a los que están más de diez años.
Lo más llamativo del debate presidencial, ninguno habló de América Latina. ¿Existe América Latina? En el problema de la migración, millones de latinoamericanos, en estos momentos están caminando, viajando hacia México para ingresar a EE.UU. como asilados o ilegales; la mayor cantidad, provienen de países con regímenes dictatoriales (Nicaragua, Venezuela), y con problemas de pobreza, desempleo (Centroamérica), Roosevelt (política del buen vecino) y Kennedy (plan alianza para el progreso), nos atendieron, por sus intereses unilaterales: en la II Guerra Mundial, para tener nuestro apoyo; y, debido a la revolución cubana, para frenar el avance comunista, respectivamente. EE.UU. en Europa aplicó el Plan Marshall; en China concertaron su industrialización; en América Latina, avalaron dictaduras.
Fuente: Diario Los Andes
Subido por: Miluz Tito
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