Por: Miluz Tito Carcausto
Durante sus primeros años como obispo de Chiclayo, el ahora Papa León XIV compartió una anécdota entrañable que reveló el inicio de su profundo cariño por el Perú.
Con emoción, recordó que tenía solo cinco años cuando recibió un chullo apurimeño multicolor de manos de su tía, un regalo traído por su tío tras trabajar en tierras peruanas. Aquella prenda andina no solo abrigó su cabeza, sino también despertó su curiosidad y afecto por una cultura que, sin saberlo, marcaría su vida.
El vínculo no se detuvo en la niñez. En 1985, León XIV llegó por primera vez al país incaico y, con el tiempo, asumió el cargo de obispo en Chiclayo, donde profundizó su amor por la gente, la fe y las tradiciones del norte peruano.
Su conexión se hizo tan fuerte que decidió nacionalizarse peruano, una decisión que selló su compromiso con el país que lo acogió con los brazos abiertos.
En su primer mensaje al mundo como líder de la Iglesia Católica, el Papa no olvidó saludar a #Chiclayo, demostrando que su corazón sigue latiendo con sabor peruano. Su historia es testimonio de cómo un simple gesto, como regalar un chullo, puede sembrar raíces profundas que trascienden fronteras.
TE PUEDE INTERESAR:
MÁS INFORMACIÓN EN:
TIKTOK
tiktok.com/@radiovictoriaarequipa
facebook.com/RadioVictoriaArequipa
instagram.com/radiovictoriaarequipa
X
twitter.com/RadioVictoriaA1
YOUTUBE:
youtube.com/@radiovictoriaarequipa