Por: Maria T.
Al menos 4 personas murieron y varias resultaron heridas cuando un hombre atacó una iglesia mormona en la ciudad de Grand Blanc, a 96 km de Detroit. El sospechoso, identificado como Thomas Jacob Sanford, estrelló su vehículo contra el templo, abrió fuego con un rifle de asalto y luego prendió fuego al edificio.
El atacante, un veterano de la Marina de 40 años, fue abatido por la policía apenas ocho minutos después de iniciar el tiroteo. Según las autoridades, usó gasolina como acelerante para iniciar el incendio, lo que provocó graves daños en la iglesia y dificultó el rescate de los asistentes.
Cientos de personas participaban en el servicio dominical cuando comenzó el ataque. La policía destacó el “heroísmo” de los feligreses que protegieron a los niños en medio del caos. El FBI desplegó a 100 agentes para apoyar en la investigación y rastrear los posibles motivos del agresor.
El hecho ha generado reacciones a nivel nacional. El presidente Donald Trump lo calificó como un “horrendo tiroteo”, mientras que la fiscal general lo llamó “desgarrador”. Autoridades estatales y federales reforzaron la seguridad en iglesias y templos de otras ciudades para evitar más tragedias.


